Panamá.- Bajo un sol candente y alta humedad, un puñado de hombres exhumó el jueves los restos óseos del inventor del primer submarino que logró hundirse y flotar con éxito, el estadounidense Julius Kroehl, en un cementerio de la capital panameña donde reposaban desde hace siglo y medio.

Con apoyo de la embajada estadounidense, trabajadores del cementerio Corozal y el arqueólogo marino James Delgado, se realizó la excavación, que tiene como objetivo trasladar los restos del ingeniero nacido en Alemania a un camposanto de veteranos de guerra del ejército norteamericano cercano al Canal de Panamá.

La embajada dijo la víspera que también se pretende corroborar la identidad del pionero en la fabricación del submarino y establecer la causa de muerte.

Kroehl había sido sepultado en 1867 cuando Panamá formaba parte de la Gran Colombia, aunque no fue sino hasta 2005 que su tumba fue localizada gracias a estudios e informes manejados por las autoridades de ambos países.

“No tengo palabras para expresar el sentimiento de emoción, es mucha emoción y también algo de tristeza”, dijo Delgado al sostener en sus manos un hueso del cráneo de Kroehl.

Delgado se dedicó buena parte de su vida a estudiar las hazañas de Kroehl y fue la persona que descubrió en 2001 en Isla San Telmo, en el archipiélago de Las Perlas, en el Pacífico panameño, los restos del submarino que construyó el estadounidense con piezas que trajo de Nueva York.

“Para mí es cerrar un capítulo en esta indescriptible historia”, agregó Delgado, quien se expresó sumamente emocionado al encontrar los restos tras excavar durante unas cinco horas. El científico es vicepresidente senior de SEARCH, Inc., una empresa de arqueología de Estados Unidos.

Kroehl construyó la nave exploradora submarina para extraer perlas en el Pacífico panameño durante el siglo XIX, pero murió repentinamente a los 47 años debido a la malaria, según algunos registros. Hay otros que sospechan que pereció debido al síndrome de descomprensión.

Fue enterrado en el camposanto de extranjeros de la época, actualmente integrado al emblemático cementerio Manuel Amador Guerrero, en el que también descansan los restos de los próceres del país y que está situado en el populoso barrio capitalino de El Chorrillo.

En un comunicado de la embajada estadounidense se destaca que Kroehl participó en la guerra civil de Estados Unidos y por ello será enterrado en el cementerio de Corozal.

La agregada cultural de la embajada estadounidense, Aleksandra Ristovic, dijo que la exhumación de Kroehl es de mucho significado para su país porque no solo implica haber encontrado los restos del inventor del submarino moderno, sino también porque es una muestra de la larga historia de amistad entre su país y Panamá.

Ristovic resaltó, empero, que en el cementerio Amador Kroehl “no tiene el honor que debe tener”, en referencia a las condiciones de deterioro en que se encontraba la tumba, sin lápida y con el nombre escrito en una cruz que era escasamente legible.

El submarino que construyó Kroehl fue llamado “Sub Marine Explorer” y sus restos aún se encuentran en la isla San Telmo en donde es visible cuando la marea baja. Fue una nave que podía desplazarse a tres o cuatro kilómetros por hora y con capacidad para llevar entre siete y ocho hombres.

La misión de Kroehl era inventar un submarino con dos propósitos: que fuera un instrumento militar de la Unión durante la Guerra Civil de los Estados Unidos y tener la capacidad de llegar a las perlas que los buzos no podían alcanzar en el Pacífico panameño, según la embajada estadounidense.

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