* Tras su instalación, el pasado lunes, el delegado de la Procuraduría Agraria, Emmanuel López Vásquez, destacó la trascendencia del impacto social al coadyuvar a garantizar la gobernabilidad.

* De gran utilidad al responsable de la política interior, Héctor Anuar Mafud, resultaría restablecer el Sistema de Información Agraria, creado en 2011 en el seno del Consejo Agrario Estatal.

Contra todos los pronósticos, por fin, se logró la coordinación estado-federación en materia agraria. Por más inverosímil que pudiera parecer ocurre al final del sexenio del ocaso priista.

Cuarto para las doce, los Gobiernos Estatal y Federal formaron un solo equipo, con la finalidad de dar seguimiento, atención oportuna y de manera conjunta a los problemas agrarios del estado.

En la Mesa Agraria participan las dependencias del sector agrario, Procuraduría Agraria (PA), Secretaría Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y Registro Agrario Nacional (RAN).

Así también participan la Secretaría General de Gobierno (Segego), Secretaría de Gobernación (Segob), Consejería Jurídica, Junta de Conciliación Agraria y los Tribunales Agrarios.

Fortalecen las diversas dependencias agrarias, mediante el Mecanismo de atención coordinada desde el ámbito de sus competencias. Las Mesas Agrarias, se efectuarán de manera semanal.

Tras su instalación, el pasado lunes, el delegado de la Procuraduría Agraria, Emmanuel López Vásquez, destacó la trascendencia del impacto social al coadyuvar a garantizar la gobernabilidad.

Lo dicho. Oaxaca es increíble y lo increíble se hace realidad. La condición indispensable para solucionar los conflictos es tener voluntad política y mano firme para respetar y hacer respetar la ley.

No todo está perdido en México y en Oaxaca. Aún hay servidores públicos con clara vocación de servicio, como el Delegado de la Procuraduría Agraria, quien ha sido impulsor decisivo en estas acciones.

Es de destacar que, por primera vez en la historia agraria de Oaxaca, un Delegado de la PA, se atreve a aventarse el trompo a la uña de comprometerse a depurar los Padrones Agrarios del Estado.

Frente a los 364 conflictos agrarios y 34 álgidos, considerados “focos rojos”, por el riesgo latente de enfrentamientos y masacres, es de destacar la trascendencia histórica de estas positivas decisiones.

Es un secreto a voces que algunos funcionarios presuntamente corruptos de la ex Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), hoy Sedatu, Procuraduría y Registro Agrario Nacional, incendian el campo prefabricando conflictos.

De gran utilidad al Secretario General de Gobierno, Héctor Anuar Mafud, responsable de la política interior del Estado, resultaría restablecer el Sistema de Información Agraria, creado en el 2011 en el seno del Consejo Agrario Estatal.

El objetivo fundamental debe ser mantener vigente la información de la problemática de los núcleos agrarios del estado de Oaxaca. Injustificadamente, su operación fue suspendida en 2015.

La propuesta inicial surgió de la Junta de Conciliación Agraria y fue aprobada por parte de los integrantes de dicho Consejo: La Procuraduría Agraria, la Sedatu, el Registro Agrario Nacional.

También participaron en la aprobación del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS) antes CORETT, el CORETURO y el Tribunal Agrario Unitario de la jurisdicción del Centro del Estado de

Oaxaca.

Asimismo, participaron en la aprobación del desaparecido Sistema de Información Agraria la delegación de la Secretaría de Gobernación y un representante de la Secretaria General de Gobierno del estado.

Como todo sistema, tenía por objeto mantener la información actualizada de todos los núcleos agrarios del estado. Cada uno de los integrantes contaba con un servidor público designado para proponer las modificaciones a los datos de la base de datos creada de acuerdo a su actuación.

Así, cuando alguna de las dependencias realzaba una reunión o era responsable de la misma, se responsabilizaba de poner los datos básicos de los resultados de la reunión y que se reflejaban en la minuta.

También se daban condiciones para que se expusieran resultados de alguna de las actuaciones institucionales o de parte de las asambleas generales, tales como sentencias, resultados del programa FANAR o actualización de censos de sujetos agrarios o de la creación de estatutos comunales, por ejemplo.

El sistema contaba con cuatro grandes apartados: El primero de ellos, se refería a la Información Básica del Núcleo Agrario. Se registraba claramente la documentación disponible de la carpeta básica, tales como la resolución presidencial el plano definitivo, el número de beneficiados y si tenía alguna acción de programas como el PROCEDE o FANAR o sí se encontraba sujeto bajo algún procedimiento jurídico que alterara sus derechos como núcleo.

El segundo apartado, daba cuenta de las condiciones sociales y políticas del núcleo, tales como la participación en alguna organización social partidaria y la relación con las autoridades político- administrativas. En complemento se contaba con un registro de las situaciones conflictivas en las que se encontraba inmerso.

El tercer apartado contenía, tal como se comentó, el seguimiento de lo actuado por parte de las dependencias o de los órganos de representación.

Por último, en caso de que existieran trabajos técnicos informativos, se contaba con una reproducción de los planos levantados y una interpretación de sus características por parte de los especialistas en topografía.

Con todo lo anterior era posible, en primer lugar, establecer una tipología de asuntos, definir la división del trabajo de acuerdo a las atribuciones de cada una de las dependencias y los métodos y procedimientos de trabajo interinstitucional para llevar a cabo actividades armonizadas y de carácter preventivo.

Alguien, desde quién sabe qué razonamiento y desde quién sabe qué capacidad de decisión, tomó la iniciativa de dar de baja dicho sistema. Desde luego, y en tanto sistema de trabajo informático, se encontraba bajo la definición de política de manejo informático de la Secretaría de Administración.

Dicha instancia decidió también su suspensión ante la falta de definiciones de las dependencias agrarias del Gobierno del estado, encabezado por Gabino Cué, y con la complicidad de las dependencias federales.

La nula voluntad política y la ceguera ante un problema tan delicado como es la cuestión agraria y territorial en el estado, hicieron a un lado un importante instrumento para la toma de decisiones.

Detrás de la noticia

Alfredo Martínez de Aguilar

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@efektoaguila

Las opiniones emitidas en esta columna son responsabilidad de quien la escribe y no reflejan necesariamente la línea editorial de este medio.

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