El Servicio Postal, un “hueco” en el muro antidrogas de EUA
Foto: Redes | us.gov

Washington.- El Servicio Postal y el de paquetería comercial de Estados Unidos transportaron alrededor del 80 por ciento del fentanilo puro decomisado por Estados Unidos en 2017, lo que lo convirtió en el método favorito de trasiego de drogas sintéticas desde China.

Las cifras, divulgadas por altos funcionarios de la administración de Donald Trump al Congreso, confirman que el servicio de correo y las empresas de paquetería de Estados Unidos son el nuevo frente de batalla en los esfuerzos antidrogas de Estados Unidos, tan importante como la frontera con México.

A diferencia de otras drogas, como la marihuana, la cocaína y la heroína, casi la totalidad del fentanilo decomisado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), procedía de China, país considerado por Estados Unidos una de las mayores fuentes globales de opiáceos sintéticos.

Pero el diagnóstico de la Oficina Nacional de Política Antidrogas (ONDCP), establece que los grupos criminales internacionales utilizan también el correo y los servicios de paquetería para distribuir marihuana, medicamentos y todo tipo sustancias controladas dentro de Estados Unidos.

“El incremento en las muertes por sobredosis está haciendo alimentado por los sintéticos, primeramente por el fentanilo y por otras drogas análogas procedentes de China y México”, reportó en una reciente audiencia legislativa el subjefe de operaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Paul Knierim.

“El fentanilo y otras drogas son con frecuencia embarcadas directamente a través del servicio postal de correo exprés desde China. Estas drogas sintéticas son baratas para producir, difíciles de detectar y peligrosamente potentes", reconoció Knierim.

El uso de un vehículo eficiente y legal de transporte, como el servicio de correos, responde a que el tráfico de drogas sintéticas se ha convertido en altamente lucrativo. Un kilo de fentanilo tiene un valor de cinco mil dólares en bruto, pero sus ganancias potenciales en la calle ascienden a 1.5 millones de dólares.

Pero a pesar de las evidencias que apuntan al uso generalizado del correo como un método recurrente de trasiego de drogas, hasta el momento el Congreso de Estados Unidos no ha implementado las mismas exigencias para el correo oficial que las que aplica a las empresas de paquetería comerciales.

Empresas como UPS, Fedex o DHL tienen la obligación de obtener el llamado documento de Datos Electrónicos Avanzados (AED), que permite a las agencias policiacas obtener información detallada del remitente, del destinatario y otra información relevante.

Sin embargo, el Servicio Postal de Estados Unidos está exento de está obligación.

Aunque la iniciativa de ley de prevención de la sobredosis de drogas sintéticas buscar remediar ese hueco legal, hasta el momento sólo se ha aprobado por la Cámara de Representantes, por lo que sigue pendiente en el Senado estadunidense.

“Cualquier hueco en la legislación existente debe corregirse”, manifestó este mes el subjefe de operaciones de la DEA a un subcomité de la Cámara de Representantes.

El problema del uso de los servicios postales y de paquetería por parte de organizaciones criminales había sido advertido desde el año pasado por la Oficina Nacional de Política Antidrogas (ONDCP) de la Casa Blanca y otras agencias federales.

André Watson, agente especial de la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), dijo al rendir testimonio ante el Congreso que los consumidores pueden de manera “relativamente fácil” comprar drogas o productos prohibidos a través de la “red profunda” y recibirlos por la vía postal.

“Además, pueden usar servicios de distribución de dinero como Western Union para facilitar el pago de contrabando ilegal”, explicó Watson en una audiencia legislativa.

Es común que la compra de medicamentos derivados del opio involucre una búsqueda en el internet “oscuro”, el pago con una moneda virtual como “bitcoin” y un arreglo para que llegue a Estados Unidos desde cualquier parte del mundo vía paquetería o correo.

Las drogas son embarcadas a través de servicios de paquetería que coordinan con el Servicio Postal estadunidense y el paquete, que puede se inspeccionado o no, se entrega al cliente en Estados Unidos.

El presidente Donald Trump declaró desde el año pasado como una “emergencia de salud pública” la crisis del opio, que ha caracterizado como la peor en la historia de Estados Unidos, convertido ahora en el mayor consumidor de opiáceos del mundo.

Más de 60 mil personas pierden la vida por sobredosis cada año en Estados Unidos, cifra que equivale a 175 por día y siete cada hora.

De acuerdo con cifras de la Casa Blanca, más de 11 millones de estadunidenses reportaron uso indebido de medicamentos prescritos en 2016, y cerca de 950 mil admitieron haber utilizado heroína.

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