Florence se niega a marcharse
Foto: Associated Press

Georgetown.- Para muchos habitantes que viven cerca de la costa de Carolina del Sur, Florence se ha convertido en el visitante indeseable que se niega a marcharse.

Once días después de que el huracán tocara tierra y más de una semana después de que avanzara hacia el norte y se disipara, los ríos crecidos por las incesantes lluvias de la tormenta continúan inundando casas y negocios en su trayecto hacia el mar.

Algunas personas desconocen cuándo podrán regresar a sus hogares. Una de ellas es Vivian Chestnut, que desalojó hace seis días su vivienda antes de las inundaciones en Conway, Carolina del Sur.

El río Waccamaw, que atraviesa la ciudad de 23 mil habitantes, ha alcanzado más de 6.4 metros de altura, marca que superó el anterior récord de 5.5 metros impuesto tras el paso del huracán Matthew de hace dos años, y su nivel continuaba aumentando el martes en la tarde.

El río presumiblemente alcanzará su nivel máximo el miércoles, pero bajará de los 5.5 metros más o menos hasta la semana entrante. El río se desborda a los 3.4 metros.

“Estás cruzada de brazos todo el tiempo y pensando ‘qué tal si’ o ‘me pregunto cómo están las cosas ahora’”, dijo Chestnut, quien se aloja con su familia en la zona. “Y te preguntas qué te vas a encontrar cuando finalmente regreses”.

Es una escena que se repite en la región oriental de Carolina del Sur, donde los ríos crecidos por las lluvias históricos se desplazan con lentitud por la pendiente suave de las llanuras en dirección a la costa.

Como si no fuera suficiente, un nuevo fenómeno climático se está formando en el mar, y la temporada de huracanes está todavía a dos meses de terminar. Los expertos del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijeron que una zona de baja presión situada a unos 420 kilómetros al sur de Cabo Hatteras, en Carolina del Norte, podría convertirse en una depresión tropical en su trayecto hacia a la costa antes de desplazarse con rapidez hacia el norte.

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