Recientemente el pleno de la Cámara de Diputados avaló la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que establece que ningún funcionario podrá ganar más que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, es decir, 108 mil pesos mensuales, dicha ley ya pasó al Poder Ejecutivo para su evaluación y en su caso promulgación.

Por su parte la Oficina del Director General de Petróleos Mexicanos, Carlos Treviño Medina, recibió una ficha informativa en la que le daban a conocer que el limite salarial autoimpuesto por el presidente, no aplicaba a los funcionarios de Pemex, la mencionada ficha provenía del titular de la Unidad de Enlace Legislativo, Francisco Guzmán Lazo, misma que era con copia para todos los directores corporativos de filiales y subsidiarias, así mismo se les detallaba que, conforme a la Ley Reglamentaria del artículo 127 Constitucional no aplicaría para el personal de Pemex, a menos que se deroguen las disposiciones constitucionales actualmente en vigor.

Y nada más para que se dé una idea de cómo andan los sueldos en la supuesta empresa de los mexicanos; el director general de la petrolera recibe un salario bruto de 220 mil 493 pesos mensuales, es decir, le faltaría que le redujeran lo correspondiente a impuestos, mientras que los directores corporativos pueden llegar a percibir hasta 180 mil pesos mensuales; y por ese orden existen muchas otras posiciones más, que ganan arriba de los 108 mil pesos que supuestamente percibirá AMLO.

Por su parte Mario Delgado, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados aseguró que todos los servidores que reciben un salario con recursos públicos están sujetos a ganar menos o igual cantidad que el presiente, mientras que algunos legisladores dicen que si es necesario podría aprobarse una reforma que deje las cosas claras.

La verdad es que muy seguramente todo ciudadano estaría de acuerdo en que se le pagara más, sobre todo al Presidente de la República, por la tan alta responsabilidad que trae a cuestas, derivado de dirigir los destinos de un país, y por lo mismo, lo más deseable es que, por lo menos, el tema económico no le quite el sueño, ya que debe concentrarse en la forma de sacar adelante a México, y más en el caso de Obrador quien se comprometió a llevar a cabo una Cuarta Transformación, lo cual para nada es cosa menor, ya que la población está pensando que la mayoría, si no es que todos nuestros problemas están a punto de acabarse con su ingreso al poder, y tan es así, que todavía no asume la presidencia y ya las reuniones y las exigencias de distintos grupos sociales prácticamente se le amontonan casi todos los días, mientras que, quien no se siente entendido, de inmediato se molesta por que esperan que el presidente se tome el tiempo de ver cada caso en particular, lo que es imposible; para ello tendrá sus secretarios que deberán tener la misma sensibilidad y estar en la misma sintonía del tabasqueño para, de alguna forma, cumplir la mayoría de las promesas hechas a la población.

Desafortunadamente con sus últimas declaraciones de que el país está en quiebra, ya de alguna manera, se está curando en salud, -aunque sus simpatizantes no lo quieran reconocer-, de que las cosas no van a ser tan fáciles como para pensar que los cambios serán inmediatos.

Lo que seguramente nadie queremos es un mandatario que se esté justificando a cada momento de que no puede avanzar por que las anteriores autoridades le dejaron un desastre de país, sobre todo porque no se puede quejar de que no podrá hacer reformas importantes ya que cuenta con mayoría prácticamente en las dos cámaras, que lo harán fuerte en todo lo que decida implementar, así que veremos de qué forma saca adelante su Cuarta Transformación, sin que en ello vaya en riesgo su capital político, pues está visto que es lo que más cuida, y esa seguramente debe ser su idea…

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