Sao Paulo — Dado que Luiz Inácio Lula da Silva podría quedar inhabilitado como candidato aun cuando encabeza las encuestas de intención de voto, las elecciones presidenciales de Brasil no están definidas. A continuación, un vistazo a los cinco aspirantes con mayores posibilidades, según las encuestas.

JAIR BOLSONARO

El ex capitán del ejército y legislador durante siete periodos ha utilizado la profunda intranquilidad en Brasil, que vive las secuelas de un escándalo de corrupción y pasa apuros para crecer luego de una prolongada recesión. Bolsonaro ha manifestado nostalgia por la dictadura militar de 1964-1985, lo han multado repetidamente por sus declaraciones ofensivas, y ha convertido el combate a la delincuencia una pieza central de su campaña. Bolsonaro dice apoyar políticas económicas favorables al mercado, pero ha dado pocos detalles.

Bolsonaro es segundo en las preferencias electorales, con un apoyo de entre 18 y 20%, de acuerdo con una encuesta difundida el lunes por Ibope. Pero tiene el apoyo de un pequeño partido al que corresponde sólo una pequeña parte del espacio gratuito televisivo asignado por ley a las campañas. El aspirante también tendrá que superar altas tasas de desaprobación.

La encuesta, con margen de error de 2 puntos porcentuales, entrevistó a 2 mil 2 personas entre el 17 y el 19 de agosto.

MARINA SILVA

Cuando las encuestas no incluyen a Lula, una de las beneficiadas es Marina Silva, ya que su apoyo pasa de 6% a 12% en la encuesta de Ibope. Silva, que fue ministra del ambiente en el gobierno de Lula, tiene una dramática historia personal: Sufrió muchas enfermedades y hambre cuando era niña. Aprendió a leer y escribir cuando era adolescente. Estuvo a punto de cambiar el resultado de las anteriores elecciones presidenciales cuando el candidato de su partido murió durante la campaña y ella ocupó su lugar. Inicialmente subió en las encuestas debido al descontento popular y el apoyo de electores de derecha e izquierda.

Desde entonces a la fecha, Silva ha tenido dificultades para definirse más allá de su interés central en asuntos ambientales.

CIRO GOMES

El izquierdista Gomes, quien goza de apoyo en el baluarte de Lula en el noreste, es otro de los que se beneficia cuando no se incluye al expresidente en las encuestas. Ha sido gobernador, alcalde, ministro y legislador federal, y estaría preparado para navegar por los pasillos del poder en Brasilia desde el primer día. Atrae a los electores que están molestos con los acuerdos sucios tan habituales en la política brasileña, en la que él hace alarde de tener las manos limpias a pesar de sus décadas de servicio público.

Sin embargo, Gomez ha tenido problemas para unificar a la izquierda (reúne entre 5 y 9% de las preferencias en la encuesta de Ibope) y tiene la reputación de ser una persona quisquillosa y de hacer declaraciones controvertidas.

GERALDO ALCKMIN

Alckmin, tres veces gobernador de Sao Paulo, tiene enorme experiencia en el poder ejecutivo. En un momento en que los electores están preocupados por el deterioro de la seguridad pública, Alckmin podría presumir la notable reducción de la tasa de homicidios de la ciudad de Sao Paulo. Es conservador y apoya políticas económicas favorables al mercado, como reducir el tambaleante sistema de seguridad social, y sus propuestas lo convirtieron en el favorito de los inversionistas.

Sin embargo, carece de carisma y capta menos de 10% de las preferencias en los sondeos. También tiene altas tasas de desaprobación. Sin embargo, Alckmin tendrá importantes financiación y tiempos televisivos debido al tamaño del Partido Social Democrático de Brasil y las alianzas que ha concertado.

SUSTITUCIÓN EN EL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES

Lula y su Partido de los Trabajadores insisten en que el exmandatario es el candidato, pero la mayoría en Brasil prevé que lo excluirán debido a su condena. El partido ha escogido al exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, como candidato a vicepresidente, y podría convertirse en el abanderado si el Tribunal Superior Electoral rechaza la candidatura de Lula.

En la encuesta de Ibope, Haddad captó solo 4% de apoyo como sustituto de Lula. Sin embargo, dos tercios de los simpatizantes de Lula han indicado que votarían por quien tenga el apoyo del exmandatario. La interrogante es si ese respaldo podría llegar muy tarde en la campaña para que pueda aumentar la popularidad de Haddad.

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