La naturaleza de ciudad fronteriza nos da ciertos privilegios que otras localidades de nuestro estado o del país no tienen, como el ingreso a los Estados Unidos el día que necesitemos, siempre y cuando tengamos una visa de turista o de cualquier otro tipo que nos permita entrar de forma legal al país de las barras y las estrellas, lo que nos proporciona acceso a muy diversos productos y servicios de primer mundo que, también si se tienen los recursos suficientes, se pueden conseguir sin mayor problema; también están quienes tienen a El Paso Texas como su lugar de residencia, pese a trabajar en México, obviamente ganando pesos, claro que se trata de empresarios con cierto nivel de ganancias o de quienes se dedican a la política o son funcionarios públicos, lo que nos da una idea, de lo que perciben estas últimas personas y por lo mismo lo codiciado de esos puestos.

Debemos incluir muchos eventos artísticos y culturales que se dan del otro lado del charco, mismos que si hablamos de nuestro país, solo se tendría acceso a ellos en ciudades como Monterrey, Guadalajara, y la misma Ciudad de México.

Y aunque eso de vivir cerca de los norteamericanos es considerado por algunos como muy ventajoso, no hay que olvidar una de las frases del dictador Porfirio Díaz “Pobre de México, tan lejos de dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Y si efectivamente así como es un privilegio ser vecinos del país más poderosos del mundo, ello no significa que no tenga sus desventajas.

Pero dejando de lado que nos toca padecer más de cerca las políticas excluyentes de su presidente Donald Trump, uno de los problemas al que nos enfrentamos al cruzar por alguno de los puentes internacionales, nada tiene que ver con que nos quieran o no del otro lado, sino que, por increíble que parezca, este asunto lo representa otro mexicano y me refiero a los pleitos que se registran ya de forma muy cotidiana en los cruces fronterizos, mismos que se dan por que llegan personas abusonas que cómodamente quieren ahorrarse las larguísimas filas que se registran prácticamente todos los días, metiéndose arbitrariamente a la línea, brincándose la misma desde el inicio, lo que provoca la molestia de quien si cumplió con ese requisito de formarse con tiempo y esperar su turno pacientemente; no en lugar de eso le avientan el carro al conductor o conductora que se distrae por unos segundos, para ingresar a la línea, situación que en ocasiones provoca daños en los automóviles, lo que desata pleitos a golpes y otras no llega a tanto pero sí se presentan insultos de carro a carro, generados, naturalmente, por la molestia que representa el que alguien llegue y se meta así como así a la fila, pero como no pasa nada, en lugar de que esta práctica disminuya, sigue incrementándose y generando cada vez más violencia entre ciudadanos, aparentemente, de bien que no la piensan dos veces para agredirse mutuamente.

Por su parte la autoridad en nuestra ciudad implementó un sencillo operativo que consiste en que en una parte de la línea del puente conocido como libre, se coloca una unidad de transito que impide que más vehículos se metan por ese lado de la línea cuando comienza a crecer, lo que no soluciona el problema de raíz, pues del otro lado permanece sin supervisión.

Sin embargo en la ciudad de Tijuana, la Comisión de Asuntos Fronterizos del Cabildo aprobó reformar el Reglamento de Tránsito para incluir como infracción, la invasión de carriles en los cruces fronterizos y remitir al juez calificador a reincidentes.

Para ello se realizará una campaña de concientización que pretende informar a la ciudadanía, ya que la idea no es recaudatoria, sino persuadir a los automovilistas de no invadir los carriles de ingreso a Estados Unidos y este reglamento se aplicará tanto a automovilistas como a peatones, dado que la problemática les afecta a ambos, esta acción, requerirá, posiblemente, que existan policías permanentemente vigilando las líneas para, en su caso, intervenir y sancionar. Y algo así es lo que necesitamos en Juárez, ya que como le decía, este tipo de prácticas no cesan y por el contrario persisten y la verdad perjudican bastante y más en un momento en que deberíamos estar más unidos y ser empáticos con los demás, pues ya tenemos bastante con la delincuencia, como para que también los ciudadanos de bien, se enfrasquen en peleas verbales y físicas que a nadie beneficia, y esa podría ser la idea…

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