Definitivamente nos urge a los mexicanos que se ponga orden en muchas áreas de nuestro país, y el orden debe ser para todos; gobierno y ciudadanía, pues de otra forma simplemente los cambios que prometió López Obrador, en el sentido de combatir la corrupción, no se van a conseguir, pese a todo el empeño que ponga y a lo que consiga con sus funcionarios más cercanos.

Lo anterior ya lo he mencionado en otras ocasiones en este mismo espacio, y es que algunas personas están esperando que todos los grandes problemas de nuestra nación se acaben una vez iniciado el nuevo gobierno federal, ya que la propuesta más importante que hizo AMLO fue el combate a la corrupción, de hecho hasta se le crítico, ya que todo lo quería solucionar con el combate a la corrupción y la verdad en la mayoría de los casos si aplica tal determinación, obviamente no en todos, nada más que la corrupción se da en dos sentidos, el que recibe y el que paga. El que pide el favor o privilegio y el que lo recibe, es decir, eliminando una de las partes, la otra está obligada a ya no buscar esos privilegios, y esto lo menciono porque así como por ejemplo hay agentes de tránsito que solicitan la mordida, hay otros que no, pero el infractor si ofrece, y en caso de que el elemento no lo acepte, le insisten, con el propósito de ahorrarse la vuelta hasta las oficinas de tránsito, además del desembolso de una cantidad más grande que la “ayuda” que le entregue al elemento en cuestión.

Y sobre el tema recientemente en periódicos nacionales salió la imagen tomada por un ciudadano de un expendio perfectamente establecido en un lugar público de gasolina, seguramente robada, de la llamada “huachicol”, la cual se extrae directamente de los gasoductos de PEMEX y que tanto le afecta a la paraestatal pues se trata de millones de litros de combustible, que representan así mismo millones de pesos en perdidas, lo que en teoría, se traducen en menores ingresos para el gobierno que por lo mismo ya no se invierten en obras y acciones para atender las necesidades de un país como el nuestro en el que carecemos en muchas ocasiones de lo más elemental.

Pero refiriéndome al caso de la venta descarada de gasolina robada, ello pone de manifiesto que no se le tiene el menor temor a la autoridad, o que la propia autoridad del lugar donde se ubica el negocio, esta coludida con estos para no ser molestados, pero lo más lamentable es que en redes sociales, hubo quienes preguntaron donde estaba la mencionada venta para acudir y ahorrarse unos pesos en la compra de combustible robado, también es de suponer que si el robo de combustible ha crecido de forma impresionante, se debe a que hay demanda de parte de los consumidores que no les importa saber que están haciendo negocio con delincuentes, con tal de ahorrarse unos pesos, y ello, aparentemente el cliente no lo considera un delito, que en todo caso aplicaría si la transacción fuera de buena fe, desconociendo completamente el origen de lo que está adquiriendo, pero no es así. De hecho es de todos sabido que el robo de combustible está a todo lo que da en buena parte del país, y eso si es responsabilidad tanto del ladro como del que le compra al ladrón, desafortunadamente las actuales autoridades no hicieron gran cosa por combatir el mencionado delito y ahora se ven las consecuencia. Enormes mafias de “huiachicoleros” que actúan casi igual que los narcotraficantes, es decir dispuestos a todo, incluso andan armados y no dudan en sacar su arma y detonarla en caso de que se enfrenten con alguna autoridad.

Esperemos que efectivamente con el ejemplo que pretende dar el nuevo mandatario de comportarse correctamente lo sigamos todos, ya que solo así se podrá combatir la corrupción, lo que dará como resultado que muchos de los problemas que genera comiencen a disminuir; debemos ya aceptar que todos estamos obligados, dentro de nuestras posibilidades, a combatir la corrupción, al menos esa debe ser la idea…

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