San Buenaventura, Chih.- Cuando más tranquilos estábamos en casa, como a media semana sonó el celulitis, era un familiar del Valle, para invitarnos, a toda la familia, al festejo de sus primeras 75 primaveras 75, de una de las familiares más queridas; aquello duró tres días y su noches, todavía er domingo, fue un domingo alegre, pues hubo recalentao. En la juerga, se comió, se bebió, se bailó, se charló y se lloró, que para qué les contamos.

Como tenemos que enviar la columna, "pos cansaos y tó", aquí nos tienen tecleando lo que encontramos en la semana hojeando algunos de nuestros libros taurinos, para ver qué encontrábamos, en uno de anécdotas, leímos algo que esperamos sea de su total y completo agrado, como se decía hace algunos ayeres.

Todo comienza con una charla entre gitanos en la preciosa Sevilla, el interlocutor más importante era un torero de tronío, sevillano hasta las zapatillas o desde las zapatillas hasta er cielo y alrededor de él, un grupo de amigos y un muchacho novillero que, nos imaginamos, también era de la región, porque la anécdota no dice de donde era originario.

Este torero, figurón del toreo en su tierra y en su Sevilla "der arma" en ese momento, en esa época, se le conocía como "Er Pasmo de Triana" y ¡claro! los que son duchos en el tema, ya saben de qué mataó se trata ¡ándele! de Juan Belmonte, quien platicaba amenamente con un grupo de contertulios, que lo escuchaban con atención y completo silencio.

Solo er chaval, el novillero al que nos referimos líneas arriba, zuzurraba de vez en vez, interrumpiendo la conversación y dirigiéndose socarronamente ar "Pasmo de Triana": Si me saliera un toro mañana, comentario que hizo en 4 ocasiones 4, hasta que el torero genial de Sevilla, le contestó con su tono agitanao: No os preocupéis, mañana os van a salir dó. ¡Olé!.

Y por el estilo, hay muchas anécdotas taurinas para charlar con los amigos o escribirlas si se tiene el medio adecuado o bien, leerlas en las obras de los autores taurinos de aquí y de allá, que han escrito libros al respecto y que no dejan de ser interesantes, para los que les gusta la bella fiesta y su historia. Vale.

Barrera de sol

Por Manolo de la Laguna

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