Presentan
Foto: Cortesía

Juárez.- Alianzas estratégicas para la promoción de derechos humanos desde una mirada de género, es un proyecto conjunto entre la Subsecretaría de Desarrollo Social de la Frontera Norte y Red Mesa de Mujeres.

Red Mesa de Mujeres tiene esta propuesta: potenciar el acceso a la justicia de las mujeres víctimas de delitos por razones de género: desaparición, trata y feminicidio, a través del litigio estratégico de casos y la creación de mecanismos de verificación permanente que analice y proponga mejoras a la operatividad del sistema de justicia penal acusatorio en delitos por razones de género.

Las vecinas de Riveras del bravo se reúnen alrededor de una mesa. Pegan y escriben sobre un río de vida.

Ana (quien llevará este nombre para proteger su identidad), como las otras, presta atención y participa. Ana es una de las más de 10 mujeres que crean hermandad, lanzan sus lazos y platican, hacen ejercicios de reflexión y, de vez en cuando, algún chiste.

Ana ríe con frecuencia, pero dice que es ansiosa y depresiva. Viene desde que iniciara Mujeres en red, en enero de 2018, le da alegría y aprende. La depresión se va de 9:30 am a 11:30 am, el resto del día lo llena con la práctica de lo que platicaron en Mujeres en red.


Le ha servido, entre muchas cosas, para conocer a sus vecinas, entablar amistades que de otra manera hubiera sido muy difícil conocer. Unas invitaron a otras vecinas de Riveras del bravo y así se ha ido conformando el equipo.

Yadira Cortés, de Red mesa de mujeres y coordinadora del proyecto de Mujeres en red, da la bienvenida y agradece su asistencia.

Uno de los objetivos de Mujeres en red es organizar un grupo de defensoras comunitarias. El Gobierno del estado empezó a financiar esta intervención a partir de enero de 2018.

“En su mayoría son mujeres migrantes y no hay redes de apoyo en general”, mencionó Francisco Díaz quien junto a Adony García, Yadira Cortés, Erika Villena llevan a estas mujeres talleres y pláticas, las escuchan.

Por su parte, la Red mesa de mujeres, desde 2001, ha sido parte de la construcción de un movimiento social que ha dedicado sus esfuerzos a empujar el fortalecimiento de los derechos de las mujeres en Ciudad Juárez y la región norte de México para avanzar hacia la igualdad entre hombres y mujeres.

Esta organización tiene tres principales motores de acción que van desde un mecanismo de coordinación para las investigaciones de violencias graves a derechos humanos en los ámbitos de desaparición, trata y feminicidio; un modelo de acompañamiento jurídico y psicosocial a las familias de mujeres desaparecidas, víctimas de trata y feminicidio; y el Observatorio Ciudadano de Justicia en Chihuahua que monitorea, evalúa y analiza la operatividad del Sistema de Justicia Penal Acusatorio en delitos contra mujeres por razones de género.

Las mujeres que rodean la mesa, de Mujeres en red, tienen vidas duras, con problemas y que hasta la actualidad se presentan sin posibilidad clara de poder cambiar el hecho de la violencia en un abrir y cerrar de ojos, pero sí de poco en poco. Primero cuando son conscientes de la violencia, luego aprendiendo y poniendo en práctica el amor y respeto a ellas mismas. A identificar las situaciones de peligro, a poner un alto.

“Desde el primer día que inició aquí estoy yo. Sí he aprendido muchas cosas, sí nos han enseñado muchas. En el momento que yo estoy aquí la depresión sale, se va a dar un paseo”, mencionó Ana.

A ella le interesaron, y le interesan, los temas. Por eso el acercarse y seguir hasta ahora, a cinco meses de iniciado el proyecto. Los tipos de violencia, donde hablaron sobre la violencia intrafamiliar, fue el tema que más le interesó.

“Yo sufrí violencia intrafamiliar tanto por mi esposo como por mi hija. Mi hija tenía 15 años cuando empecé a sufrir violencia por parte de ella. Yo estaba embarazada de mi hija menor, inclusive tuve un embarazo de alto riesgo”, mencionó.

Aunque por mucho tiempo vivió violencia física, psicológica y hasta económica, ella dice que nunca les inculcó eso, pero sí el respeto hacia ellos mismos y hacia los demás. Nunca les inculcó el odio, ni la capacidad para herir.

La violencia se frenó, cuando ya no solo eran esposo e hija contra ella, sino ella misma: intentó suicidarse.
Un despertar de golpe, descubrirse ingiriendo una cantidad exagerada de pastillas de todo tipo, la hizo reaccionar.

Pero el venir y formar parte del programa Mujeres en red la ha motivado a salir de esa burbuja en la que se encierra y en la que también incluye a su hija menor.

“Entonces, cada vez que vengo aquí me voy muy contenta, me voy muy tranquila. Echando a rodar mi mente en todo lo que se habló aquí, en todo lo que dijimos”.

¿Qué la motiva a seguir?, responde que Isabel, Erika, Itzel aquellas mujeres con las que comparte momentos de alegría, y quienes no tienen idea del impacto favorable que con su compañía han sembrado en ella.

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