La propuesta del candidato electo a presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, de descentralizar 31 dependencias federales y mandarlas a distintos estado de la república, sigue vigente y de conseguirse, según analistas, sería bastante bueno pero no por eso una tarea sencilla, y llevaría hasta 30 años para conseguirlo siempre y cuando se tomaran en cuanta algunos aspectos que se requerirían y entre ellas destacan los siguientes:

La densidad poblacional de cada lugar, capacidad instalada en términos de infraestructura, los servicios y la calidad de los mismos, los recursos humanos existentes, aunque en este último tema y pese al desplazamiento que sufrirían las oficinas, se asegura que está descartado el despedir personal, cosa que se antoja complicado.

El plan considera mover a la Ciudad Obregón, Sonora la Secretaría de Agricultura, la de salud a Chilpancingo Guerrero, en San Luis Potosí; Comunicaciones y Transportes, la de Pesca en Mazatlán Sinaloa, la Secretaria de Educación a Puebla y también está incluido nuestra entidad Chihuahua y nos correspondería, si todo sigue como se planteó en un principio, la Secretaria de Minería, son muchas más las secretarías, pero solo menciono algunas de ellas.

Pero insisto, se deben tomar en cuenta los aspectos antes mencionados para que, en lugar de que resulte una complicación, esta descentralización de las dependencias, se traduzca en una derrama económica como también lo consideran los expertos, pero además por todo lo que representaría en términos de prospecciones a futuro, por eso mismo se considera que poder concretar tal propuesta se llevaría unos 30 años.

La verdad suena bastante bien que esto se pudiera conseguir y cambiaría la forma en que se han manejado las distintas dependencias federales y hasta podría ocurrir que resultaran más eficientes, lo anterior también le beneficiaria enormemente a la capital de nuestro país, y sobre todo en el tema de las marchas, plantones y manifestaciones que ya no serían exclusivas de la Ciudad de México, sino que también se descentralizarían y se presentarían en las distintas ciudades de nuestro territorio nacional con las concebidas repercusiones negativas que este tipo de movimientos tienen, mientras que la capital de nuestro país estaría más desahogada por lo mismo, así que ese es otro aspecto a considerar, pues en ciudades más pequeñas y con menos alternativas de movilidad humana, resultara muy complicado el poder soportar plantones como los que hacen los maestros de la CNTE, por ejemplo, quienes se quedan por semanas o hasta meses bloqueando avenidas enteras, sin importarles la afectación que provocan.

Claro que también se debe considerar que a donde se instale una de estas secretarias se mandaría, al menos en teoría, más recursos que sirviera para mejorar la infraestructura con miras a soportar la nueva dinámica que le traería al municipio de que se trate la llegada de una oficina federal con todo el personal que requiere y demás aspectos que ya hemos mencionado, así que independientemente de que esto requiera de hasta 30 años para consolidarse, la realidad es que rompería el paradigma que tenemos en nuestro país, en el que todo está en la capital mientras que las demás ciudades por muy bien equipadas que estén siguen por debajo de la dinámica de la ciudad de México, cosa que cambiaria y esa debería ser la idea…

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