Con la cercanía de las elecciones en redes sociales se intensifica de forma notable la publicación de “fake news” o noticias falsas y lo más lamentable de esto es que mucha gente, que se supone tiene cierto grado de preparación, las comparte con singular alegría como si de una verdad se tratara y como si no tuviera la capacidad de reconocer cuando se trata de una mentira, es así como publican información sobre supuestos hechos que cuando uno les cuestiona ¿cuál es su fuente? sin mayor rubor lo dicen a sabiendas de que se trata de una fuente poco confiable, pero como apoya su forma de pensar, la defienden como si un colegio de respetados científicos o estudiosos fueran los autores de tal información, eso sin lugar a dudas no beneficia a nadie y más porque, al menos en teoría, lo que pretendemos la mayoría es que las cosas cambien, y no que solo cambien las personas pero que todo siga igual, para eso mejor nos quedamos igual, y esto lo menciono no con el afán de imponer una idea, todo lo contrario, lo hago con el único propósito de no contribuir a la desinformación, pues existe mucha gente en redes sociales que simplemente se va con el encabezado de una supuesta nota o reportaje y ya de ahí no la sacas, pese a que le preguntes si leyó la nota y reconozca que solo con el titular tuvo.

Y es que la verdad debemos dejar de lado nuestras preferencias y darle crédito a lo que realmente lo tenga y por lo mismo desechar lo falso, pues como decía, el tratar de sostener una mentira solo porque fortalece mis filias es lamentable y más por el hecho de que en el caso de los comunicadores y quienes de vez en vez fungen como tal, aunque no se dediquen a ello, es una gran responsabilidad el no publicar mentiras, eso al final de cuentas nos va a perjudicar pues la gente dejará de confiar en nosotros cosa que seguramente nadie queremos, de eso no se trata la función de informar.

Pero, como que no se entiende por qué aún hay gente que se aferra a creer en lo que quiere sin importar que en su interior sepa que no es cierto, y es que, de acuerdo con la encuesta Votaciones y expectativas del nuevo gobierno, que realizó el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México (UVM), un 85 por ciento de los mexicanos en edad de votar considera que durante el actual proceso electoral y las campañas sí se han generado noticias falsas o fake news para afectar a algún candidato, pero también para beneficiarlo, hay que recordar que algunos políticos recurren a este tipo de prácticas.

La encuesta señala que los posibles votantes cuestionados creen que los principales responsables de generar este tipo de noticias falsas son las redes sociales en 19 por ciento de los casos, los partidos políticos 17, los medios de comunicación tradicionales 10, los candidatos nueve, las personas de boca en boca ocho, el gobierno cinco y las páginas de internet cuatro por ciento, mientras que 28 por ciento piensa que todos los anteriores contribuyen de igual manera.

El análisis de este sondeo señala que con base en los resultados, la tendencia internacional denominada “fake news”, que ha tomado fuerte impulso en los últimos años, sí tiene un papel relevante durante el proceso electoral mexicano.

El trabajo que realizó el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México indica que si bien los encuestados consideran que toda la sociedad participa en alguna forma para generar noticias falsas, esa responsabilidad no se asume cuando se pregunta quién debe evitar la difusión de este tipo de noticias.

En este punto, la mayoría, es decir, 39 por ciento, estima que los medios de comunicación son los principales responsables de evitar la propagación de noticias falsas durante el proceso electoral, seguido de las autoridades electorales con 21, los partidos políticos 16, la población 15 y los candidatos siete por ciento.

Y si este resultado se refiere a que los medios estamos obligados a cuidar más las fuentes de nuestras notas, efectivamente eso es lo que debe ser, pues un medio tiene una reputación que lo hace ser considerado referente y de respeto frente a la audiencia y por lo mismo es obligado que todo lo que se publique cumpla con el rigor periodístico, pero por el otro lado, no somos los medios, quienes debemos evitar que las notas falsas salgan y se propaguen, pues no somos ninguna autoridad para evitarlo, lo que si podemos hacer es enfrentar una nota falsa con la verdadera, lo malo es que al final de cuentas, nos enfrentaremos al fenómeno de que la gente, cree lo que quiere creer, sin detenerse en si la información está bien sustentada o no, y como le decía un poco más atrás, en esto se incluyen profesionistas que reconocen perfectamente cuando una noticia es falsa y cuando es genuina, pero deciden apoyarla o no dependiendo si defiende su forma de pensar y esa no es la idea…

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