Con la publicación de un estudio que afirma que en el mundo hay más de mil millones de armas de fuego en la actualidad, incluyendo 857 millones en manos de civiles, y que, de las cifras citadas, los estadounidenses conforman la mayoría de los propietarios, se podría explicar de alguna forma los numerosos tiroteos que han ocurrido en las últimas fechas, precisamente en territorio estadounidense en los que desafortunadamente las cifras de asesinados y heridos la conforman decenas si se suman los distintos casos.

El Sondeo Armas Pequeñas dice que 393 millones de las armas de fuego en manos de civiles, o 46%, están en Estados Unidos.

"La clave para Estados Unidos, por supuesto, es su cultura única sobre armas", dijo el autor del reporte, Aaron Karp, en una conferencia de prensa. "Los civiles estadounidenses compran un promedio de 14 millones de armas nuevas cada año, y eso quiere decir que Estados Unidos es una presencia abrumadora en los mercados civiles".

El informe incluye armas legales e ilegales en manos de civiles, que van desde armas caseras hasta pistolas, rifles, escopetas y, en algunos países, incluso ametralladoras.

El cálculo de más de mil millones de armas en todo el mundo para fines del 2017 también incluye 133 millones de tales armas en manos de fuerzas militares gubernamentales y 22.7 millones en manos de agencias del orden, dice el reporte.

Karp dijo que el nuevo cálculo mundial es significativamente más alto que los 875 millones de armas calculados en el último sondeo, en el 2007, y los 650 millones de armas calculados entonces en manos de civiles.

Y pese a las escalofriantes cifras citadas, el gobierno de Estados Unidos parece no tener la más mínima intensión de modificar la famosa segunda enmienda que le permite a todo ciudadano norteamericano poseer y portar armas de fuego de muy distintos calibres desde finales del siglo XX y también pese a que se trata de un objeto peligroso, no se requiere de algún tipo de licencia para adquirirlas, prácticamente cualquiera que tenga dinero puede acudir a un establecimiento comercial y obtener uno de estos artefactos; situación muy extraña, pues para manejar un automóvil el cual es un vehículo cuyo propósito es el de transportar a su propietario, si es obligatorio el tramitar una licencia, mientras que para manipular un arma de fuego cuyo propósito es matar, no es necesaria, son de las leyes o reglamentos incongruentes que tiene la nación de las barras y las estrellas; otra y solo por mencionarla, los jóvenes solo pueden comprar e ingerir bebidas alcohólicas hasta que lleguen a su mayoría de edad, pero para enlistarse en el ejército lo pueden hacer desde los 18 años, lo que nos habla de una sociedad a favor de los enfrentamientos armados, incluso es hasta normal que padres de familia les regalen armas a sus hijos y estos las reciben como si de un juguete se tratara, cuando, como le mencioné, es un objeto diseñado para hacer daño, ese es su propósito, para eso están hechos, incluso si se les utiliza para practicar el mal llamado “deporte” de la cacería, y digo mal llamado pues consiste en darle muerte a un animal que ni siquiera se espera el ataque y por lo mismo esta completamente a merced del cazador, en este tipo de prácticas de nuevo se hace daño a un ser vivo, y la verdad extraña que actualmente, cuando la sociedad se está volviendo más sensible a respetar la vida de los animales, esto no se ha prohibido, pero si se insiste mucho en que se eliminen las corridas de toros en las que no se está acabando con una especie, por el contrario mientras existan estos espectáculos, la crianza de toros de lidia continuará, lamentablemente esto de portar armas en lugar de disminuir va a la alza y ya está en nuestro país hay algunos legisladores que están proponiendo legalizar su uso y esa no debería ser la idea…

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