Este 12 de junio se celebra el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, fecha establecida desde el 2002 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con la intensión de crear conciencia del problema que esto representa y así ayudar a erradicarlo, el asunto no es menor pues se maneja la cifra de 168 millones de niñas y niños que son víctimas del trabajo infantil, mientras que la OIT, refiere que el problema se hace más agudo en los países afectados por los conflictos, la violencia o la inestabilidad, pues se cometen verdaderos abusos en contra de los menores que prácticamente los dejan traumados para el resto de sus vidas, o se les acorta mucho la esperanza de vida al momento de ser reclutados como soldados, cuando deberían estar en la escuela y dedicados a otras actividades que les permitan una vida y desarrollo plenos.

Y tomando en cuenta la información antes referida, nuestro país entra en las categorías mencionadas como el de la violencia, incluso en Juárez vivimos años muy violentos que efectivamente dejaron serias cicatrices en los más pequeños que no han sido atendidas y por eso es que estamos padeciendo de un creciente número de delitos de todos los tipos, que son cometidos por jóvenes que ni siquiera alcanzan la mayoría de edad a los cuales, en ocasiones, una buena parte de la población quiere que se les juzgue como adultos y eso representaría una violación a los derechos de las niñas y los niños, por lo mismo es mejor buscar alternativas que permitan atenderlos, ya que seguramente su comportamiento responde a situaciones que no se atendieron en su momento, además de que castigarlos con mayor severidad en nada abona a resolver el problema.

Pero también está el tema de que en México se practica mucho el trabajo infantil, simplemente en las familias de personas que viven en el campo, ahí desde que los niños tienen la capacidad de trabajar los meten a las parcelas y lamentablemente no se tiene la conciencia de qué tanto trabajo seria hasta cierto punto recomendable y cuanto ya se estaría hablando de una explotación que le resultará sumamente perjudicial para los infantes.

Esta práctica se extiende a las labores de la construcción en las que los “maistros” llevan a sus hijos para que aprenden el oficio, cosa que es buena sin embargo se trata de un trabajo muy pesado para sus pequeños cuerpos que están en pleno crecimiento, por lo mismo no es lo más recomendable, además de que se piensa que, como tienen mucha energía se les puede cargar la mano y esto no es así, ya que terminan agotados e insisto es perjudicial para su sano desarrollo.

Pero no vayamos muy lejos, y por eso le comentaba que en México no nos percatamos que forzamos a nuestros hijos a trabajar, y como ejemplo están las familias en las que los hermanitos mayores se hacen cargo de los más chicos, es así como los vemos que los traen todo el día cargando y cuidándolos de que no les pase nada, lo que les genera la presión de que si el hermanito llora el primer responsable es él, mientras la mamá o el papá de inmediato le pide cuentas al pequeño con funciones de niñera a quien regaña y hasta castiga por cometer tal omisión que provocó el llanto del benjamín de la familia, esto sin duda le ocasiona un enorme estrés que a la larga le traerá graves consecuencias.

Así que el problema del trabajo infantil lo podríamos tener en nuestras casas sin saberlo, por lo que se hace necesario que se realicen campañas de información permanentes tendientes a terminar con este tipo de prácticas que, aunque parecen inofensivas, no lo son ya que se les está cargando de una responsabilidad muy grande a los niños y la verdad es que no hay necesidad de eso.

Por lo mismo al momento de pensar en formar una familia, se debe tener muy presente la cantidad de pequeños que podemos atender al 100% sin la necesidad de dejárselos a otras personas o que entre ellos mismo se cuiden, al menos esa es la idea…

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