Ya estamos de regreso en esta tierra bendita de Dios, después de haber disfrutado de unas muy merecidas vacaciones en compañía de la familia, en los dominios del vejete del tío Sam, donde... ni modo, también hay que escribirlo, se divierte uno a lo grande, aunque no haya corridas de toros.

Y regresamos a la mejor frontera de México, porque nos esperaban 2 fiestas 2 familiares y, por costumbre, es pecado mortal no asistir a ellas y buenos, gastados, cansados y hartados de tantas vacaciones y pachangas, nos ponemos a darle forma a estos enunciados, acompañados de un buen café capuchino, porque por si no lo saben, somos adictos al café, desde "endenantes".

Antes de entrar al tema, al abrir la laptop, nos encontramos con la fatal noticia de que el joven torero hidrocálido Mario Aguilar, se había quitado la vida. Descanse en paz Mario y para su apreciable familia, vayan nuestras más sinceras condolencias por tan irreparable pérdida, esperando encuentren pronta resignación.

Y ahora sí, vayamos al tema taurino de la semana porque el famoso café capuchino, nos recordó, sin querer queriendo, una faena realizada en la mismísima plaza de toros de Las Ventas, hace la friolera de 70 años 70, donde alternaron 3 toreros 3 hispanos que, en esa tarde, uno de ellos armó la escandalera en grande.

Los toros que se lidiaron la tarde del 3 de junio de 1948, fueron de Graciliano Pérez Tabernero y los estetas de seda y oro de esa época fueron: Antonio Bienvenida, Pepín Martín y er sevillano Manolo González, quien confirmaba su alternativa, tocándole cerrar el festejo con el último toro de la tarde; el hispalense cuajó una faena, según la crónica, intensa, emotiva, profunda, con la más pura esencia sevillana y ¡claro! Manolo se consagró al salir a hombros de la plaza con las 2 orejas 2 de su enemigo.

Y desde ese triunfo grande en Las Ventas de Madrid, Manolo González, se mantuvo en lo alto de la torería hispana hasta el año de 1961 en que se retiró de los ruedos, no sin antes haber confirmado er sevillano su alternativa también en México, el 25 de noviembre de 1951, con el toro "Duquecito" de San Mateo, alternando con dos figurones de la torería azteca: Luis Castro "El Soldado" y el gran muletero de Linares, Nuevo León, Humberto Moro.

Y si creéis amable lectora (or) que se nos olvidó como se llamó el toro de Graciliano Pérez Tabernero, al que le cortó las 2 orejas 2 en las Ventas de Madrid, er tocayo Manolo, estáis muy equivocaos: Tuvo por nombre "Capuchino". Vale.

Barrera de sol

Por Manolo de la Laguna

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