Son muchos los casos de gente que ha sido asaltada no solo en Juárez sino en todo nuestro país y desafortunadamente en ocasiones nos damos cuenta de que personas en un intento por resistirse a que la despojen de lo que es suyo, resulta lesionada de gravedad e incluso pierde la vida, ya que los ladrones van decididos a todo y por unos cuantos pesos le quitan la vida ante la mirada, en ocasiones, de otras personas quienes no sufrieron de la agresión debido a que permitieron que los delincuentes llevaran a cabo su delito.

Y este tipo de historias, como le decía, se repite en muchas ocasiones en territorio nacional y en todo el mundo prácticamente y, como que no hemos entendido que como ciudadanos de bien somos mayoría frente a unos cuantos que se imponen al resto, los someten y le quitan lo que con trabajo consiguieron adquirir, pero la verdad y sin la intensión de incitar a enfrentar a los agresores, es que precisamente por ese número superior deberíamos de imponernos a los delincuentes, claro sin llegar al linchamiento, pero si con la intensión de que las agresiones paren, pues los ladrones como están seguros de que nadie va a intervenir en un asalto, lo llevan a cabo una y otra vez, contando con que nadie se va a animar a agredirlos.

Sin embargo, sería muy distinto si, por ejemplo, los pasajeros de un camión de pasajeros donde este en proceso un asalto, como dicen en las películas, se impusieran e impidieran que el atraco continuara, de esa forma no sería tan fácil que alguien se animara a robar, pues sabría que, de ser descubierto, sea policía o no, intervendría, insisto esto no significa atacarlo y cobrarle ojo por ojo y diente por diente, sino simplemente que sepan, quienes se dedican a robar, que ya la población no está dispuesta a seguir permitiéndoles que hagan lo que se les venga en gana.

Porque cuando la gente ya llega a su límite entonces sí se cometen excesos como linchar a personas que en ocasiones ni siquiera se trata de delincuentes sino que en la confusión, ya ni se supo y se cometen crímenes que de ninguna manera están justificado, ni siquiera ante el hartazgo de una población cansada de los abusos, por lo mismo no debemos ser indiferentes a los delitos que se cometen y que llegamos a darnos cuenta de ello, ya que nos quejamos de que las autoridades no actúan pero nosotros tampoco, y me refiero a los momentos en que se da a conocer la detención de uno o más sujetos a quienes se les atribuyen varios asaltos y se le pide a la ciudadanía que si los reconoce, los denuncie para de esa forma impedir que salgan de forma rápida al existir varias denuncias en su contra, lo malo es que no lo hacemos por miedo o apatía y las cosas continúan igual.

Así que es el momento de involucrarse no solo manifestando que no estamos conformes con la seguridad que nos brindan las autoridades, sino que si nos percatamos de algo ilícito, llamar a los números de emergencia y con ello esperar a que la autoridad haga su trabajo e insistir y no porque una vez llamamos y no pasó nada, ya olvidarnos del tema.

Porque si deseamos que las cosas cambien no va a ser una sola persona la que lo consiga, al contrario, esa persona va a solicitar el apoyo del resto de la población para que entonces sí los cambios ocurran y esos cambios deben comenzar por nosotros para que después cundan en el resto de la ciudadanía, al menos esa es la idea…

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