HOUSTON, TEXAS.- Asuntos familiares y empresariales, por enésima vez nos tienen en La Ciudad del Espacio, tuvimos que reajustar nuestra agenda; pronto estaremos de regreso en la Mejor Frontera de México, por el momento el calor y la humedad nos rediten, pero hay que salirle al toro y como antes de hacer esta columna teníamos hambre, "pos nos juimos" a comer a Mi Pueblito, un restaurant muy bullanguero, cuya cocina es colombiana y muy sabrosa; el ambiente es guapachoso y cuando menos lo esperábamos, un buen conjunto musical comenzó a alegrar el ambiente y nos soltamos er pelo cuando tocaron un merengue taurino llamao Feria de Manizales; nos llevamos la ovación de la tarde porque nos salió lo agitanao y ya sabrán.

Al escuchar la música, de inmediato nos acordamos del Cesar de Manizales, el gran torero Cesar Rincón; desgraciadamente por estar en la tierra del vejete der tío Sam y no tener información a la mano, no podemos , en esta ocasión, ser más explícito respecto a este gran lidiador colombiano, pero en próxima ocasión les prometemos, cual vulgar candidote a la grande, que les daremos más detalles de este arlequín de seda y oro, que dejó profunda huella en la historia taurina de aquí y de allá, aunque ahora la sensación taurina latinoamericana sea el peruano Andrés Rocarrey, que como Cóndor Andino, sigue volando muy alto y al parecer, no hay águila real que lo alcance.

A cambio de no hablarles más del Cesar de Manizales, les comentaremos que nuevamente, si la memoria no nos es infiel, el paisita Joselito Adame, dio una vuelta al ruedo en Las Ventas de Madri; esperamos no estar equivocaos y para variar, la prensa taurina española, volvió a elogiar al Azteca, pero algo le falta al muchacho, no logra el triunfo grande, no alcanza a ser torero cimero y sería muy doloroso que se convirtiera solamente en jornalero del toreo o de plano, en torero simero, lo cual sería muy lamentable tanto para el hidrocálido como para la torería nacional, a la cual le hace mucha falta un torero bueno, un torero caro, un torero cumbre.

Houston, hasta cierto punto, es una ciudad taurina, tiene sus penas y de vez en vez, celebran corridas incruentas y quienes asisten a este tipo de festejos, se divierten; nunca nos ha tocao estar en uno de ellos, pero nos imaginamos que ha de haber buen ambiente, porque la fiesta es la fiesta, bullanguera, alegre, cascabelera, estética y todas las linduras que ustedes quieran, lo importante es divertirse con ambiente de toros que lleven al tintorro, este al baile y del baile a las fatigas del querer, aunque otro días amanezcamos como si nos hubiera atropellao el tren; eso sí, la bailao quien nos lo quita, algo nos tenemos que llevar al más allá de donde ya nunca volveremos, así que a divertirse mientras el cuerpo aguante.

Aquí vamos a cortarle porque como es domingo, iremos con toda la familia a visitar algunas tiendas, porque las mujeres siempre van, como dicen ellas, de "chopin" por esos "moles" de Dios y si les decimos que no, nos dicen hasta de lo que nos vamos a morir y como son las cocineras, pues con todos pleito menos con ellas. Y en cuanto a la bella fiesta, pues en México, todo sigue en calma, veremos que hacen en España, Joselito y su hermano y desde luego Sergio Flores.

Que Dios reparta suerte. Vale.

Barrera de sol

Por Manolo de la Laguna

Compartir:
Publicidad
Enlaces patrocinados