Con la cercanía de la jornada electoral de este año, también se están llevando a cabo las capacitaciones para quienes serán los funcionarios de casilla, mismos que tendrán la enorme responsabilidad de recibir al elector, verificar su datos, proporcionarle las boletas electorales, marcar la credencial para votar y finalmente pintar con tinta indeleble el pulgar al ciudadano, después de ejercer su derecho al voto; eso en una primera parte, pues todos los funcionarios deben permanecer en la casilla hasta que se cierre la misma, lo que ocurre alrededor de las seis de la tarde y en ciertas ocasiones hasta que se vaya el ultimo votante de la fila, o antes, en el caso de que se terminen las boletas, cosa que solo ocurre en las casillas especiales, las cuales por lo regular, terminan muy temprano y la gente, en la mayoría de las ocasiones, se queja de este tema, pues argumentan que no ponen el número suficiente para atender la gran demanda.

Definitivamente no es un tema menor, sino todo lo contrario, por lo mismo quienes salen sorteados para integrar estos equipos de ciudadanos deberían estar muy apoyados por la autoridad electoral ya que se han dado casos en que no les proporcionan los recursos para comprarse algo de comer y beber, pese a que si está presupuestado; esto ocurre porque hay gente dentro del organismo electoral que simplemente se queda con este recurso y deja sin nada a los funcionarios de casilla, lo que es por demás abusivo y más porque, se supone, que eso no debería de ocurrir en un órgano como el INE o IEE, pero en fin de que los hay, los hay y en todas partes desafortunadamente.

Y el tema surge porque el árbitro de la contienda, el Instituto Nacional Electoral, está batallando para que los ciudadanos que salieron sorteados para llevar la tarea de funcionarios de casilla, acepten tal responsabilidad, la gente en un importante porcentaje no quiere asistir, por lo mismo dicen que se pierde todo el día, otros que por que no les dan ni agua, otros más porque el domingo es el único día que descansan y pueden ver y convivir con su familia, pero también están quienes no quieren asumir esa función porque, como están las cosas, los pueden acusar de haber cometido alguna irregularidad.

Y hay casos documentados en los que el candidato perdedor afirma que ellos, -los funcionarios-, se vendieron y manipularon o contaron mal los votos a propósito, falsificando los datos o cambiándolos a como les dijeron que lo hicieran. En un tiempo cuando López Obrador militaba en el PRD, se afirmó que ya tenían algunos de estos funcionarios un anillo anula votos, el cual incluso demostraron como se usaba y prácticamente era una especie de acto de magia en el que un funcionario cuando doblaba una boleta electoral al mismo tiempo la rayaba en otro recuadro y eso anulaba el voto, cosa que a mí en lo personal me pareció muy temerario que lo dijeran con tanta ligereza pues prácticamente se acusaba a los ciudadanos integrantes de las casillas de corruptos, así que además de tener que estar todo el día dentro de la casilla también debían cargar con la posible acusación de corruptos, lo que me parece muy lamentable. Simplemente por esa razón nadie querría participar, pero así se comportan algunos candidatos y también algunos ciudadanos que simplemente acusan sin demostrar a alguien que, de entrada ni quería estar en medio del proceso.

Por supuesto no se trata de desanimar a los ciudadanos sino que los candidatos sepan perder y no acusen sin fundamentos, ya que podría llegar el momento en que se tenga que obligar a las personas a participar so pena de alguna sanción económica o física y esa no es la idea…

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