En campaña es fácil prometer de todo y de cumplir, pues quien sabe… y lo estamos viendo en todos los candidatos ya que se comprometen a llevar a cabo acciones que, por supuesto suenan muy bonito, pero que en términos reales son muy complicadas de cumplir y en ocasiones rayan en lo imposible y claro que de llegar alguno de ellos al puesto anhelado, tendrán seguramente un argumento válido, o al menos en apariencia, con él se justificarán del no cumplimiento o simplemente ni siquiera lo abordarán, como ya ha ocurrido incluso con las actuales autoridades, pues en el caso del aun presidente, dentro de sus compromisos firmados ante notario público, aparecía la propuesta de restar por lo menos 100 legisladores a la Cámara de Diputados, cosa que posteriormente los mismos diputados de la bancada tricolor pusieron también como una de sus propuestas, y ya estamos al final del sexenio y nada ocurrió, y es obvio que ya no ocurrirá, pues lo que no se hizo en cinco años, menos se podrá hacer en unos meses.

Pero a estas propuestas fantásticas debemos sumar la de homologar el salario mínimo de Estados Unidos, Canadá y México, cosa que aunque se diga que se haría poco a poco, no se menciona que tan poco a poco, sobre todo porque si dicen que esto se puede hacer en seis años, la verdad es que no se ve por donde, y aunque digan que bajándole al Impuesto Sobre la Renta (ISR), pues solo que fuera a una tasa cero, porque de otra forma. ¿cómo es que se podrían elevar los sueldos diez veces más de lo que en este momento están? ya que simplemente haciendo cuentas, si en este momento el sueldo mínimo es de 88.06 pesos diarios, subirlo a 880.60, es prácticamente imposible, esa cantidad hay gente que no la gana ni a la semana, menos por un solo día de trabajo, otro argumento que ponen es que ese salario aplicaría para la industria maquiladora, pero si así fuera, entonces nadie querría laborar para otra empresa que no fuera una de esas y en caso de que esa cantidad aplicara para todo trabajador, en muchos casos no habría negocio que lo soportaría, ya que en este momento difícilmente un profesionista gana eso por día, y aunque hay quien defiende a capa y espada tal ocurrencia, la verdad es que muy dentro de sí mismos nadie la considera viable, no en el corto plazo, mediano, vamos ni siquiera a largo plazo y si eso no se puede considerar ni soñando, debe ser por algo.

Están también otras propuestas, que esas si tiene posibilidades de materializarse una de ellas es la reducción del IVA en las fronteras del 16% al 8%, con la intención de elevar la competitividad con nuestros vecinos del norte, además de establecer una zona franca que permita que las mercancías se muevan sin problema en la franja fronteriza, aquí lo malo es que parece que a todos los aspirantes se les ocurren las mismas ideas, las toman y se comprometen a llevarlas a cabo, con la confianza de que si las condiciones del país, o la cámara de diputados no los apoya en su pretensión, simplemente le pasarán la responsabilidad a alguien mas por su falta de liderazgo o de negociación para sacar adelante un tema en el que empeñaron su palabra, pese a que la misma se vea muy devaluada hoy en día.

Está también lo que otros actores políticos solicitan a los candidatos como la del ex candidato a la Presidencia por el Partido Nueva Alianza (PANAL) en 2012, Gabriel Quadri, quien a través de sus redes sociales pidió a los candidatos presidenciales que se comprometan a que, quien gane, prohíba el género del reguetón, argumentando que las letras de estas canciones son “machistas”, tienen “mensajes misóginos” y “una falsa connotación de la cultura popular de nuestro país”.

Quadri dijo que este género, popular entre los jóvenes, es una “vulgaridad”, “una plaga” y “la degradación máxima de la persona humana”, que se “pretende llamar música” y tiene sentido lo que afirma el excandidato de la combi, pero eso sería tanto como truncar la libertad de expresión y de decidir qué es lo que prefiere o no escuchar, pero como están las cosas no sería sorpresivo que alguno de los contendientes tome la idea y la incluya entre sus promesas.

Pero una de las propuestas que más me sorprendió es la de que según AMLO si el gana, todos vamos a ser felices, eso dice en uno de sus spots, cuando esa es una decisión muy particular, pues está visto que se puede carecer de todo y ser feliz o bien se puede tener todo y ser infeliz, por lo mismo nadie puede prometer que hará feliz a nadie, de plano es imposible, pero en tiempos de campaña, insisto, el prometer no empobrece el cumplir es lo que aniquila, y bien podría pasar que de ganar, si alguien le reclama que aun así no es feliz, posiblemente diga, pues yo ya hice lo posible ahora te toca a ti hacer tu parte.

Y es que muchas de las propuestas, no dependen de la decisión de una sola persona, sino del consenso de los distintos poderes e instituciones para concretarse, es más o menos como lo que está ocurriendo en Estados Unidos, su actual presidente Donald Trump, prometió un muro que hasta la fecha no ha podido conseguir ni siquiera el presupuesto y aunque ya se anunció que la famosa pared ya se puso en marcha, la realidad es que eso no es verdad, lo que se mencionó como nuevo, es algo que ya estaba programado desde administraciones pasadas, porque en la Unión Americana se planea a largo plazo, incluso trasciende a las administraciones y no importa si el nuevo presidente no las quiere continuar, eso ocurre porque ya se proyectó y es por eso que tienen un gran desarrollo pues no es cosa de cuatrienios o administraciones sino de planes maestros desarrollados con mucha anticipación.

En fin las campañas continúan y seguramente nos falta mucho por ver y escuchar y esa no debería ser la idea…

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