El vino no daña, pero el que bebe sin moderación se daña a sí mismo. Erasmo de Roterdam, filósofo holandés.

Antes de pergeñar estas letras, iban a ser las cinco de la tarde y como la comadre Chabela de Ingland, no enseñó la buena costumbre de tomar el te a esa hora cuando, con cierta frecuencia la visitábamos en Londres; ahora nos le hemos retirado un poco dada su avanzada edad y la de su cónyuge Felipón, pelao que en sus tiempos, fue ojo alegre; era el clásico macho inglés ¿Se acuerdan de Carlitos?. Hijo de tigre rayadito.

Después de haber disfrutado aquí en casita de un delicioso te hindú, le vamos a pegar a la tecla, inspiración que nos nació de la siguiente nota periodística dominical: REFUERZAN OPERATIVO DE SEGURIDAD EN LA GÓMEZ MORÍN. Agentes de la Dirección de Tránsito reforzaron este fin de semana la seguridad en el corredor comercial Manuel Gómez Morín.

Y qué buena medida de seguridad para todos los chavos, chavas y rucos que cada fin de semana, como si fuera manda, se ponen hasta las chanclas en los ahora lugares de caché llamados antros y quieren irse a casa manejando su vehículo bajo el falaz principio de que... yo borracho manejo mejor güey, como la ves,

Muchos de ellos no llegan a casa pero si llegan al más allá o envían a personas que ni la deben ni la temen o bien, en ocasiones sufren dolorosas lesiones físicas o las ocasionan a terceros que los marcan para toda su vida, creando un fuerte trauma en la familia y todo por no enseñarse a beber, pues en lugar de tomarse el vino o el alcohol, dejan que éstos se los tomen.

Desde luego que cuando se anda en la loquera no se piensa en las consecuencias y menos cuando se es joven irresponsable; que hay que divertirse ¡claro! la diversión sana forma parte de la vida, no lo VICIOS, pero como nadie entendemos en cabeza ajena hasta que el destino nos alcanza y cometemos crasos errores que nos ponen en peligro, nos desprestigian ante la familia, la sociedad y hasta en nuestro propio trabajo.

Ya no se alcoholicen muchachos, ya no se alcoholicen muchachas, ya no te alcoholices vejete, ya pasó tu época; ahora que en honor a la verdá, como ya pertenecemos a la DEA (dinosaurios en activo) y hemos vivido la vida a plenitud, ya no podemos darles lectora (or) amable, malos ejemplos a nuestros hijos y jóvenes en general, la envidia nos corroe hasta las entrañas, pero ni modo, así es la mentirosa vida, dijo Lara. Otro que no cantaba mal las rancheras.

Juventud divino tesoro que te vas para no volver, cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer. Snif, snif. Vale.

Por Cuauhtémoc Monreal Rocha

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