En México carecemos de la cultura de la donación de órganos, además de que la tecnología para llevar a cabo este tipo de intervenciones tampoco está disponible en todos los hospitales de nuestro país, lo que complica aún más estas alternativas para quienes requieren de un órgano para recuperar su salud; pero al margen de eso, es necesario reconocer que no somos muy propensos a hacer donaciones de este tipo, y eso es fácilmente comprobable, pues en el caso de la sangre, se presenta una situación similar, aunque no tan pronunciada, pues cuando se llevan a cabo las campañas de donación de sangre, la verdad es que poca gente atiende ese llamado, pero a eso se debe sumar que los hospitales que reciben ese tejido, siguen siendo algo estricto con los donadores, pues pese a que se supone que ya no hay tanta restricción con quien presente algún tatuaje, todavía persiste la discriminación para quien los porta. Otra condicionante para un donador son los piercing, mismos que también restringen a alguien a donar sangre, cosa que me parece algo extraño, puesto que la mayoría de las mujeres usan aretes, para lo que desde prácticamente bebes, les hicieron la perforación en el lóbulo de las orejas, lo que es algo muy similar a lo que ocurre con los mencionados piercings, pero por alguna razón como que para las instituciones de salud son cosas distintas y por lo mismo la asepsia que deberían de llevar ambas aplicaciones, de alguna forma garantizaría el proteger al individuo de alguna infección.

En nuestro estado, cuando un ciudadano tramita su licencia de conducir, se le pregunta si desea ser donador de órganos, leyenda que se pone en el documento, con la intensión de que en caso de un accidente fatal, poder disponer de los órganos que seguramente salvarán una o más vidas de personas que están en lista de espera, cifra que en 2017 ascendía a 21 mil pacientes, según estimaciones.

También se han presentado casos en los que personas muy desesperadas ofrecen sus órganos, no en donación, sino en venta al mejor postor, cosa que está prohibida en nuestro país, por lo mismo quien lo lleve a la práctica está cometiendo un delito, sin embargo en ocasiones es tanta la necesidad que se exponen, sin importar las implicaciones legales, lo más lamentable es que derivado de esa prohibición, se suma el hecho de que las intervenciones se hacen de forma clandestina, lo que pone en riesgo la vida y salud del donante; en fin son muchas las implicaciones tanto de salud como legales que rodean las donaciones de órganos en nuestro país.

Y tratando de abatir ese rezago que se tiene en cuanto a la donación, legisladores federales, concretamente en el Senado de la Republica, se propuso y ya se aprobó una modificación a la Ley General de Salud, que para el propósito, crea la figura de “consentimiento presunto o expreso”, lo que modifica el esquema de donación en México, mismo que actualmente es vía consentimiento expreso en carta ante notario, tarjeta de donador o por autorización de los familiares, sin embargo si la Cámara de Diputados aprueba la reciente reforma, todos los mexicanos mayores de 18 años seremos, de forma automática, donadores de órganos y tejido, y ningún familiar podrá oponerse, con excepción a que la persona fallecida haya expresado en algún documento, su rechazo a ser donador, así que se convertiría prácticamente en una obligación y no un deseo manifiesto.

Esto seguramente provocará mucha controversia, pues se está pasando por encima del derecho del ciudadano a decidir sobre su propio cuerpo, a menos que lo tenga por escrito, aunque aún no se sepa exactamente como operaria esta nueva posibilidad.

Por lo pronto 75 de 128 senadores, aprobaron tal modificación y ahora será necesario conocer que es lo que opinan los diputados federales, ante un tema que seguramente tocará la sensibilidad de buena parte de la población que ante la pérdida de un familiar, le podría resultar muy doloroso que se le despojara de alguno de sus órganos, pese a que ello implicaría salvar una vida y esa debería ser la idea…

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