Entre los años 2008 y 2010 padecimos en Juárez altísimos niveles de inseguridad, pues las ejecuciones en la vía pública, asaltos con violencia, cobro de piso, extorsiones y secuestros eran lo cotidiano en aquellos días.

Como seguramente todos recordamos, las autoridades se vieron completamente rebasadas y para colmo, los militares y policías federales que supuestamente llegaron en nuestro auxilio, resultaron todo lo contrario, pues en algunos casos eran los mismos oficiales de las fuerzas federales quienes llevaban a cabo todos estos abusos en contra de la ciudadanía, mientras que en el caso del ejército se documentaron varias intervenciones en las que sacaban gente de sus casas y ya nunca se volvía a saber de ellas, y pese a que en su momento se aseguraba que tenía antecedentes penales, se supone que una autoridad lo que debe hacer es someter a un presunto delincuente a un proceso en el que se determine si efectivamente es culpable o no, de ser culpable se le internara en un penal a que cumpla una sentencia, pero de ninguna manera se puede simplemente desaparecerlo sin dar una explicación; todo lo anterior nos llevó a que como ciudadanos buscáramos la forma de proteger a nuestra familia y una de las acciones que se llevaron a cabo fue el cerrar colonias y fraccionamientos que originalmente eran parte de las vialidades de la ciudad en las que cualquiera podía circular sin mayor problema, para ello la autoridad municipal en turno otorgó permisos provisionales de cierre, además de que los nuevos desarrollos de vivienda comenzaron a ofertar fraccionamientos con acceso controlado, lo que los convirtió en los más solicitados por la población, quienes tenían como prioridad la seguridad de su seres queridos y sus bienes.

En relación a las colonias que fueron cerradas, se suponía que la autorización era solo por un tiempo determinado, sin embargo ya pasaron varios años y las rejas permanecen donde mismo, ante la molestia de los automovilistas que cuando buscan una vía alterna para librar alguna obra en proceso, simplemente no la encuentran o por lo menos no es muy fácil hacerlo ya que se topan con las barreras que les impiden seguir su camino lo que hace muy complicado circular por la ciudad.

Ante esto las autoridades ya han intentado en otros años convencer a los colonos de estos sectores cercados, de que ya es momento de abrir las calles, cosa que no ha sido fácil, pues ya quienes viven en esos lugares están tan acostumbrados a esas rejas que se sienten vulnerables ante la posibilidad de ya no tenerlas, por lo mismo seguirnos en una ciudad que se ve severamente afectada por el elevado número de vehículos que todos los días transitan por nuestras calles y que por lo mismo ya resulta insuficiente la infraestructura vial.

Lo malo es que parece que el cercado de las colonias y fraccionamientos que se dio como una forma temporal de proteger a la ciudadanía, ya se va a quedar así, lo que obligará a las autoridades a tomar otras medidas que ayuden a resolver el problema del tráfico vehicular, mismo que genera otros problemas de muy diversa índole entre los que se incluyen de salud, pues el estar tanto tiempo atrapado en el trafico genera estrés a los conductores y pasajeros, lo que deriva en enfermedades muy variadas, pero además la contaminación que producen tantos automotores en marcha al mismo tiempo, situación que aunque no se ve, los estragos en la salud si se perciben y eso al final de cuentas se puede medir en altos costos para una ciudad como la nuestra en la que también padecemos de la insuficiente cobertura médica que le dé salida a tanta gente que desarrolle ciertos padecimientos. En fin lo que parece un problema menor, en realidad se encadena con otras situaciones y provoca otras complicaciones lo que seguramente no es la idea…

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