Amaneció er domingo muy aguao, nublao y con cierto vientecillo helao; aún es invierno y todavía no es tiempo de colgar en el guardarropa las chamarras y los abrigos; afortunadamente tuvimos pachanga familiar que duró toda la tarde en conocido tragadero de carne, razón por la cual hacemos esta columnilla temprano, porque podeos llegar muy tomaos y si en nuestro cinco sentidos la regamos, imagínense ya estando pedernales. ¡Ozú!.
Y ubicándonos en er mundo der toro, tal parece que los soñadores de gloria, tanto en Aguascalientes con picadores y en la México sin los mismos, los chavales siguen soñando, quizá porque soñar no cuesta ná y si en cambio, cuesta un tremendo esfuerzo, el realizar los sueños, no se diga dentro del ambiente taurino, donde si llegar a ser torero es muy, pero muy difícil, imagínense llegar a ser figura, eso es casi un milagro.
Son pocas las novilladas de ambos seriales, en la tierra de la "bona gente" apenas van tres y en la capital del país dos, aunque en honor a la verdad, el que es perico en cualquier plaza es verde como principiante, pero también hay otro dicho que dice, er que es buen gallo en cualquier gallinero canta.
Porque... deveras es muy difícil sentar bien las manoletinas en la arena, no cualquier chaval lo hace, sin embargo, si escogieron por su libre y espontánea voluntá el oficio de lidiar reses bravas, deben sacar la casta, la enjundia, la actitud, el valor, las ganas de ser alguien en la bella fiesta y tienen que hacerlo desde el principio, no importa si hay piqueros o no.
Por lo pronto, rematando en tablas, ya comenzamos a capotear a la distinguida señora Manchega, porque hay mene San Marcos, la feria de abril y ¡claro! queremos irnos de lingo, lilingo con los amigotes y si se puede también con las amigotas ¡cuál es el problema!, pues aquí en la H. Ciudad Juárez, la empresa Espectáculos Taurinos de México, no da señales de vida y por consecuencia, no se vislumbra por ningún lao, la que en otro tiempo fuera, en esta tierra del Bravo, la tradicional Corrida de Pascua. Vale.
Barrera de sol
Por Manolo de la Laguna