PyeongChang Corea del Sur.- Cassie Sharpe utiliza un protector bucal que tiene impreso un diente de oro en el centro. Antes de deslizarse por el medio ducto, se recita a sí misma el rap “Ante Up” de M.O.P.

Afirma que ese ritual le ayuda a serenarse y simultáneamente la motiva. Parece que la técnica funcionó el martes.

Sharpe brindó un gran espectáculo en la final y se apoderó del oro en el esquí acrobático de los Juegos Olímpicos, merced a un par de brillantes recorridos en el Parque Nevado Fénix.

La joven de 25 años registró las dos mejores evaluaciones de día. El 95,8 que consiguió en el segundo intento constituye la nota más destacada en la breve historia olímpica de esta disciplina.

El halfpipe o medio ducto debutó en Sochi 2014, gracias en parte a los esfuerzos que realizó la canadiense Sarah Burke, cuatro veces ganadora de los X-Games y líder de un movimiento para que estas competiciones llegaran a programa olímpico.

Burke falleció por lesiones en la cabeza, sufridas a raíz de un accidente durante un entrenamiento en 2012. Seis años después, su legado parece seguro, gracias a su compatriota Sharpe.

“Yo no estaría aquí haciendo los trucos que hago si no fuera porque ella estuvo en este deporte”, indicó Sharpe.”Fue la pionera para que llegáramos a los Olímpicos, para que fuéramos parte de todo esto, así que definitivamente siempre la llevo en la mente. Siempre está con nosotros”.

Es el primer título olímpico que consigue Canadá en el halfpipe. La medalla de plata fue para la francesa Marie Martinod, mientras que la estadounidense Brita Sigourney se quedó con el bronce.

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