Ciudad Juárez.- Hace 15 años, la señora Julieta Gamboa y su esposo escucharon el tradicional grito de ¡HAAAY Elotes!, cuando enfrentaban una situación de crisis económica y en ese momento comenzó toda una tradición de sabor, olor y atención amable, así nacieron los Elotes Pradera.

Ahora quien quiere degustar un elote entero o en vaso en ese negocio, llega a tener que esperar hasta más de media hora para poder ser atendido por la gran cantidad de clientes que acuden.

Sobre el secreto y el éxito de sus elotes, doña Julieta dijo: “qué le puedo decir, creo que es el amor que se le pone a lo que uno hace, además, déjeme decirle que a lo mejor un toque especial es una salsa que hago con un toque de chipotle”.

Agregó la entrevistada que es muy importante para ella, vender todo fresco y del día, ningún elote entero o de grano es del día anterior, todos deben ser del día, tiernos y calientitos, “se nota claramente cuando un grano o elote no es fresco, los granaos en el agua cambian de color cuando son de más de un día y eso afecta la calidad del producto”.

Asegura que ella vende sólo granos y elotes frescos, nada del día anterior queda para la venta porque la misma gente notaría hasta el color del grano; el relato de la dueña del negocio lo hizo mientras agitaba los granos del maíz en una gran olla puesta al fuego.

Explicó que también es importante la forma de prepararlos, las cantidades de ingredientes, como limón, crema, queso y chile… “cada cliente tiene sus gustos, yo tengo una medida para los ingredientes que no me falla y a todos les gusta, pero hay personas que quieren cantidades especiales de algunos condimentos y se les da gusto”, explicó.

Relata que todos los días tiene mercancía nueva, a diario le entregan pedidos de elotes y demás insumos que requiere y desde muy temprano inician los trabajos para que a las diez de la mañana salgan los negocios móviles, mientras que se siguen preparando para que en punto de las cinco de la tarde el negocio principal, en la calle Rancho Agua Caliente y Rancho Mirador, en Pradera Dorada, abra sus puertas.

Entre las anécdotas que relató la señora Gamboa, destacó que ya encarrilado el negocio que inició en el año 2003 decidieron comprar la casa de Pradera Dorada en 2005: “imagínese usted – relata la comerciante – el día que hicimos la mudanza, inauguramos el negocio de elotes en donde estamos en estos momentos pero, no me lo va a creer, abrimos el negocio y empezamos a vender elotes, mientras que la mudanza de los muebles, seguía en el camión, así fue nuestro primer día en Elotes Pradera”.

Recordó que durante los años de violencia extrema, trabajaban con miedo, pero asegura que no cerraron y las ventas no cayeron, siempre siguieron igual.

Pero en verano, la señora Gamboa y su personal elaboran su propia nieve de garrafa de diversos sabores que también es muy demandada, igual que lo son los “minitacos”, otro antojito que prepara para deleite de sus miles de clientes pero los elotes en vaso o enteros, es lo que más pide la gente.

Doña Julieta Gamboa reconoció con honestidad que aquel día, hace 15 años cuando decidieron vender elotes, tenía dudas porque pensaba que había mucha competencia y no sabía cuál sería el toque especial para tener éxito y relata que se encomendó a Dios y decidió poner lo mejor de ella al preparar los elotes.

Confiesa además que no esperaba ese resultado tan favorable y en poco tiempo; en dos años, ya tenía seis camionetas utilizadas para vender en diferentes puntos de la ciudad.

La fama de esos elotes, por lo frescos, tiernos, por los aromas de los ingredientes y por la calidez con que atienden a la clientela, trascendió no solo entre los vecinos de Pradera Dorada, ahora llegan clientes de diferentes puntos de la ciudad, atraídos por esa fórmula especial que invita a volver por más.

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