Los temores que se tenían con la entrada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de que sería implacable con la inmigración ilegal, se comenzaron a registrar casi de forma inmediata luego de su toma de protesta, y aunque algunos aseguran que eso ya ocurría en la administración de Barack Obama, lo cierto es que el sentimiento antiinmigrante se ha recrudecido por parte de un sector de la población anglosajona, pues las agresiones contra quienes tienen apariencia de mexicanos se han incrementado y en la mayoría de las ocasiones, contra quienes son ciudadanos estadounidenses, pues pese a tener sus documentos en regla y estar legalmente en la unión americana, sus rasgos no cambian y de alguna manera los pone en evidencia que su origen es mexicano, cosa que no es ningún delito, pero que si los ha llevado a ser detenidos por elementos del Servicio de Aduanas e Inmigración (ICE por sus siglas en ingles); esto quedó documentado en una nota del periódico El Universal, en la que una ciudadana estadounidense de origen mexicana narra cómo es que al momento en que acudió a las oficinas del Sheriff de la ciudad de Ontario California en el condado de San Bernardino a recoger un arma de fuego que le habían decomisado a una de sus hijas, resultado de una detención por un aparente incidente de tráfico, se le acercaron dos oficiales quienes le informaron que la detenían por un asunto de otro de sus hijos en el que le habían hecho citatorios para que se presentara y no lo hizo, quedando arrestada y mientras se aclaraba, todo le dieron a firmar unos papeles en los que aparentemente aceptaba que era indocumentada y consentía ser deportada, y que después supo que esos documentos eran para personal del ICE. Finalmente pudo comprobar que estaban en un error por lo que ahora está demandando al condado, asesorada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en ingles), la nota periodística refiere que según agrupaciones proinmigrantes, estos casos se ven con más frecuencia en la nueva administración y refieren el de otro ciudadano estadounidense a quien detuvieron en una tienda, en la que oficiales de policía solo le preguntaron su nombre para posteriormente llevárselo detenido, quedando encarcelado por tres días hasta que contrató un abogado que le ayudó a salir y ahora también está demandando por una cantidad de 20 mil dólares por las afectaciones sufridas.

Esos son solamente dos casos que se dan a conocer pero seguramente debe haber muchos más en que personas son detenidas con intenciones de deportación, basándose en su aspecto físico, pues como le decía, las facciones propias de los que nacimos en México nos delatan y es que eso no se modifica con los papeles de ciudadanía y no tendrían por qué, al final de cuentas es parte de la identidad de cada quien, además de que por el hecho de cambiar de nacionalidad, seguramente las raíces se quedan fuertes y se siente el orgullo de ser mexicanos, buenos eso es lo que uno esperaría, lo malo es que existen connacionales que de plano cuando consiguen legalizar su sueño americano, se olvidan o pretenden olvidarse de México y ya no quieren saber nada y hasta en algunas ocasiones reniegan de su raza, por supuesto sin reconocer que ese es su origen, cosa que no debería ser, ya que al final de cuentas eso es algo que no se puede borrar por más que se quiera.

Por lo pronto las medidas en contra de quienes tienen aspecto de mexicanos en Estados Unidos se siguen registrando y pese a ello todavía gente que le va bien en México, persiste en su sueño de establecerse en ese territorio y lo más lamentable es que esa tendencia de agresiones, no solo de oficiales, sino de algunos norteamericanos siguen creciendo y no se ve para cuando pudiera amainar, y aunque toda aspiración es legítima, muy seguramente el trato que recibiríamos los mexicanos si no existiera tanto interés por vivir o cruzar a territorio yanqui, seria completamente distinta y esa, debería ser la idea…

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