Anticlericales son tus votos del celibato; el hombre no fue creado para ese estado. Matthew Gregory Lewis, político inglés.

En días pasados acaba de abandonar el mundo de los vivos, otro compañero periodista fotógrafo de prensa, Héctor Jacobo Sáenz, que en la vida y por muchos años, fue nuestro querido compadre; para la comadre Eduvina, nuestra preciosa ahijada Belinda y sus hijos Héctor y el Dr. Jesús, nuestro más sentido pésame por tan irreparable pérdida, esperando encuentren pronta resignación. Descanse en paz el compadre Héctor Sáenz.

Y con una tarde soleada pero fría, iniciamos este trabajo para tener más o menos contento al Director de noticias (no les escribimos el nombre porque no nos conviene) el cual versará sobre la instalación de un mecanismo para proteger las víctimas de un fenómeno muy conocido desde tiempos inmemoriales, pero que no deja de tener vigencia, pues todavía en la actualidad, daña mucho a la sociedad y a una institución religiosa universal.

Hará unos días la prensa nacional, dio a conocer que en la ciudad capital del país, se reunió, con el fin de proteger a las víctimas de la pederastia sacerdotal, la Confederación del Episcopado Mexicano, el cual anunció que acaba... lea bien: Que acaba de instalar el Equipo Nacional de Protección de Menores, lo cual fue aprobado en asamblea por todos los OBISPOS DEL PAÍS.

Dice el sabio refrán popular: No hay peor lucha que la que no se hace y en el combate a la pederastia, el Episcopado mexica, ha hecho bien en tomar al toro ¡olé! por los cuernos, al proteger a los menores de edad víctimas de los malos elementos que, como hombres, pululan entre el gremio sacerdotal católico y desde luego, cómo repararán el daño moral que estos curas han causado a miles de niños y niñas en todos los confines de este planeta llamado Tierra.

Y como dijo Santo Tomas, letras más, letras menos: "Ver pa'crer" porque se quiera aceptar o no por el Alto Clero; hay muchos intereses de por medio y mucho lodo qué ocultar, Aristeo y Ramiro, no serán los últimos curas que por malas conductas, olvidando su ministerio, han caído en desgracia, por escribirlo de alguna manera y ambos deben buscar el perdón, primero de las víctimas y sus padres, después aceptar la justicia terrenal y por último, tratar de buscar el perdón de la justicia divina. Bueno... así pensamos.

El tema da para mucho, pero el hambre es canija y más el que se la aguanta y como ya es hora de que la distinguida señora Manchega, nos prepare la cena dominical, aquí le cortamos, no sin estar pendientes de las decisiones que tome el Episcopado Mexicano, referente a este vergonzoso y escandaloso tema de la pederastia sacerdotal. Vale.

Por: Cuauhtémoc Monreal Rocha

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